Los datos y testimonios sobre la cultura de los pueblos que poblaban la Meseta Armenia en las épocas precristianas, son mucho más escasos que los datos históricos. La cultura material de los milenios III-II a.C. se representa por ciertos objetos descubiertos en algunos túmulos. La etapa posterior del desarrollo de la cultura en la Meseta Armenia se representa por piezas de la edad de bronce (II – I milenio a.C ), descubiertas en la costa resecada del lago Seván, cerca de la aldea Lchashén. Dos testigos de la grandeza de Urartu son las dos fortalezas – Erebuní y Teishebaini (en los límites de Ereván).
Con las expediciones de Alejandro Magno va creciendo la influencia del helenismo, lo que evidencia un excelente ejemplar y el único monumento de ese período el templo grecorromano de Garní (s. I), un periptero de orden corintio (6×8 columnas). Llegaron a nuestros días monedas con inscripciones griegas acuñadas por los reyes armenios. La calidad de acuñación permite juzgar del nivel del desarrollo de la cultura material de aquella época.
La cultura de Armenia hasta la adopción del cristianismo (301), se desarrollaba por una parte bajo la influencia occidental (Imperio Romano) y por la otra oriental (Partia), que sólo completaban y enriquecían la cultura nacional. Sin embargo, con la adopción del cristianismo y la creación del alfabeto armenio por Mesrop Mashtots en 405 se produjo un gran cambio cultural. Sobre los fundamentos de los templos paganos empezaron a erigirse iglesias cristianas; de los cantos otrora consagrados a los dioses paganos nació la liturgia cristiana; las obras de la literatura escrita contrubuyeron a la formación y desarrollo de las ciencias naturales.
Arquitectura
La arquitectura es la mejor manifestación del genio artístico del pueblo armenio y la forma mayor de su arte medieval. Al lado de unos limitados antiguos ejemplos y la arquitectura urbana del siglo XX, la arquitectura armenia es esencialmente la arquitectura de la iglesia, es decir una arquitectura cristiana. A partir del siglo IV durante la larga historia de la cristiandad se construyeron miles de iglesias, se crearon numerosas formas y estructuras proporcionando una gran variedad de formas exteriores y volúmenes interiores.
Desde finales del siglo VI se abre una nueva página en la arquitectura armenia. Se creó un singular estilo nacional de la arquitectura que por muchos investigadores fue llamado el primer estilo nacional en la arquitectura cristiana por haberlo logrado mucho más antes que los estilos bizantino, romano, gótico, escandinavo, etc. A pesar de la gran variedad de iglesias hay ciertas características que definen ese estilo nacional:
1. Se formó y durante los siglos se desarrolló perfectamente la composición cruciforme-cupular: una cruz diseñada a la planta sobrepuesta de una cúpula puesta en un tambor cilíndrico, el interior es un todo único espacio, no fraccionado.
2. Todas las iglesias se construyeron en piedra. La piedra más usada es tufo (toba) volcánico, abundante en Armenia en muchos colores y matices: rosa, rojo, anaranjado, negro, gris. Se utilizó también basalto para los fundamentos más firmes.
3. Los techos siempre son abovedados. El peso de la piedra exigió que ella se colocara en los arcos para dirigir su peso a los muros y a traves de éstos al suelo.
4. La cúpula es rotunda y revestida de losetas de piedra. Piramidal, cónica o en forma de paraguas siempre está puesta en un tambor cilíndrico o poligonal formando la combinación maravillosa de la iglesia armenia.
5. Desde el siglo XI a la fachada oeste de las iglesias empezaron a construirse los gavits (atrio, nártex). Ese tipo de edificios semireligioso-semilaico servía en la Armenia medieval para diversas reuniones, así como para el entierro de representantes de alta nobleza. Bajo, con una cúpula truncada sin tambor, su exterior modesto ofrece un contraste chocante con el interior remarcable.
En la Edad Media se desarrollaba también la arquitectura urbana, se construían palacios reales, residencias patriarcales, castillos feudales, baños, bibliotecas, puentes, caravaneras en las rutas comerciales como la Gran Vía de la Seda, canales de irrigación, etc. Desde el siglo XVIII empezó a desarrolarse más intensivamente la arquitectura urbana.
Véase también Jachkar.
Pintura
Las pinturas murales urartias del siglo VIII a.C., el suelo de mosaico en el baño de Garní, pinturas murales en los templos son los primeros testimonios del comienzo de la pintura nacional. En el templo cristiano más antiguo, la básilica de Yereruyk se han conservado restos de pinturas y fragmentos de ornamentos testimoniando de la existencia de pintura mural. Se conservan numerosos fragmentos de los sintuosos frescos del siglo X en el monasterio de Tatev.
Junto con la pintura mural empezó a desarrollarse la pintura de iconos, que debía de llevar al surgimiento de la pintura de caballete, espiritual y laica. Sin embargo, conforme a las dogmas de la iglesia armenia fue limitada la iconolatría. Tal ascetismo de la iglesia armenia por algunos siglos ha detenido el desarrollo de la pintura de caballete y la escultura, cambiando la obra de los pintores a la creación de la miniatura aparecida ya en siglo VI cuyo mayor representante es Toros Roslin (s.XIII).
Había que esperar hasta el siglo XiX para que la pintura religiosa se evolucionara a la de caballete. Hakob Hovnatanián(1809-1884) con sus retratos abrió una nueva página en la pintura moderna armenia. Los otros géneros de pintura, como paisaje, naturaleza muerta, composición histórica, etc., fueron introducidos en Armenia por pintores de la segunda mitad del siglo XIX, instruidos en Europa y Rusia, como el marinista Iván (Hovhanés) Ayvazovski (1817-1900), Guevorg Bashindjajián (1857-1925), Vardgués Sureniánts (1860-1921), Edgar Shahín (1874-1947) cuyas obras se exponen en la Galería Nacional de Ereván.
Martirós Sarián (1880-1972) es el pintor más considerable del siglo XX, el fundador de la escuela de la pintura moderna nacional. El creaba en los géneros del retrato, naturaleza muerta, paisaje, gráfica lustrativa, lienzo decorativo.
Hasta el comienzo de la segunda guerra mundial se destacaron Yervand Kochar (1899-1979), Arshil Gorki (1904-1948, uno de los fundadores de la pintura moderna americana) y Levón Tutundjián (1906-1968). En los años 70-80 se revelan nuevos talentos, entre los que Rubén Adalián (1929) y Minás Avetisián (1928-1975) conocido por sus magníficos, vivos colores imaginarios dados a su lóbrega aldea de Djadjur.
Actualmente la pintura armenia es más desembarazada, animada y creativa que nunca. En los años de la independencia bajo la influencia del arte moderno occidental se ha formado una nueva generación de pintores: V.Tovmasián, G.Jachatrián, S.Amalbashián, G.Mikaelián, K.Andreasián y otros. Una importante e inseparable parte de artes plásticas armenias es la obra de los armenios de la diáspora con sus destacados representantes como Rubén Nakián (EEUU), Garzú (Garnik Zulumián), Jansem (Hovhanés Semerchián) en Francia, Grigor Shildián en Italia, Paul Kirakosián en Líbano y otros.
Literatura
La literatura en armenio apareció en el siglo V con la creación del alfabeto armenio por Mesrop Machtots en 405. No obstante, no cabe duda que antes también existía literatura, una poesía popular en forma oral de la cual, por desgracia, se menciona sólo una ínfima parte en el libro Historia de Armenia de Moisés de Jorén en el siglo V: canciones y leyendas cantadas por el pueblo desde los tiempos remotos. El cronista testimonia también que en siglo I a.C. en los tiempos del rey Tigrán el Grande en las ciudades de Tigranakert y Artaxata (Artashat), existían compañías teatrales que representaban piezas armenias y griegas.
El siglo V fue reconocido por los contemporáneos como Siglo de Oro. La primera obra escrita en armenio emprendida porMesrop Mashtots fue la traducción de la Biblia del griego al armenio, por lo que fue llamada la Madre de las traducciones. Sus discípulos del siríaco y griego tradujeron al armenio numerosas obras de los filósofos y eclesiásticos, cuyos originales a veces están perdidos, y hoy las conocemos gracias a la versión armenia. La primera obra original fue la Historia de Armenia escrita por Moisés de Jorén (s.V), considerado el padre de la historiografía de Armenia. Durante los posteriores siglos la literatura en general fue religiosa e histórica.
A partir del siglo X con la liberación del yugo árabe empieza un periodo del renacimiento cultural. A aquella época se refiere la refundación de la epopeya popular David de Sasún que se conservó en tradición oral hasta 1873, en la que se refleja la lucha por la independencia contra los árabes. Se destaca Gregorio de Narek con su Libro de Lamentaciones (hacia el año 1000), la primera obra poética desembarazada de las condicionalidades litúrgicas.
Desde el siglo XV las vicisitudes históricas notan una decadencia casi en todas las esferas de la creación y sólo en el siglo XVI como un rayo de luz en la oscuridad brilla Nahapet Kuchak con sus breves coplas eróticas (hayrenner). La literatura se desarrolla fuera de Armenia.
En el siglo XVIII en la literatura se nota una renovación con la poesía amorosa de ashuj (trovador) Sayat Nova (1719-1795) . En el siglo XIX Jachatur Abovián dio comienzo a la nueva literatura con su novela patriótica Heridas de Armenia, escrita en dialecto de Ereván, ya que la lengua clásica ya era incomprensible al pueblo.
Las eminencias del período posterior son Hovhannés Tumanián (1869-1923), Avetik Isahakián (1875-1975), Vahán Terián(1885-1920) y muchos más. En la parte otomana el 24 de abril en Constantinopla fueron masacrados los intelectuales armenios, la nata de la nación, entre los que Daniel Varudzán (1884-1915), Grigor Zohrap (1861-1915), Siamantó (1878-1915).
Desde los primeros años soviéticos como una avalancha mana el talento del poeta Yejishé Charents (1897-1937), el más grande con fuerza, arrebato y audacia de su poesía como su propio carácter, aplastado y aniqulado de las purgas estalinistas. En los años 60-70 en la bóveda literaria nace otra estrella, Paruyr Sevak (1924-197) para conmover todos los corazones, ser el culto de la joventud. En la prosa se destacan Hrant Matevosián (1935-2002), Perch Zeituntsián (1938) y otros.
La literatura de la época de independencia refleja su realidad. Muchos escritores armenios escriben sin censura lo que en la época socialista no se publicaría nunca. Eso se refiere tanto a la política, como a la filisofía y estética. Nuevos cambios se manifiestan también en prosa, poesía y dramaturgía. La literatura se purga de la falsedad patética, es explícita la variedad de estilos.
Música
Junto con la música de cantautores la música popular antigua y medieval armenia en todas sus formas: canciones campesinas, rituales, épicas-heroicas, canciones de cuna, de exilio (antuní), satíricas, a pesar de su carencia aparente de expresión, son rítmicas y melodiosas. El repertorio de canciones nacionales y patrioticas siguen siendo muy populares hasta hoy día.
La música religiosa armenia que heredó las tradiciones de la canción campesina, se ha desarrollado en hermosos cantos melódicos para el coro (sharakán). En el siglo IX fue creado un sistema de notas, jazer, perfeccionado en el siglo XI. El sistema permitía registrar exactamente la música.
A finales del siglo XVII se desarrolla el arte de los ashujs armenios (trovadores) generalmente en temas de amor y la vida cotidiana. En el siglo XVIII su mayor representante fue ashuj Sayat Nova (1722-1795).
En el siglo XIX la música armenia empezó a desarrollarse con mayor impulso. Komitás (1869-1935), un talentoso músico y musicólogo instruido en el seminario de Echmiatsín, el conservatorio y la universidad de Berlín, abre una nueva étapa en la historia de la música armenia. El recorre el país recopilando canciones religiosas y populares, las purifica de las ajenas prestaciones, las elabora y armoniza, guardando su estructura melódica propia a las canciones armenias, así trazando la vía del arte musical folclórico. A pesar de no ser acabada la liturgia de Komitás Patarag, es una perla inapreciable de la cultura nacional armenia.
En 1868 fue creada la primera ópera armenia Arshak II por Tigrán Chujadjián. Alexander Spendirián (1871-1928), el discípulo de Rimski-Korsakov echó los cimientos de la música sinfónica nacional, antes de crear la ópera Almast (1928), engendrando la música clásica moderna armenia. Armén Tigranián a base de la lengua popular de música en 1912 crea la ópera Anush. La elaboración de la música litúrgica coral armenia Patarag por Makar Yekmalián fue una generalización talentosa de la experiencia y las tradiciones de la música religiosa.
Aram Jachaturián (1903-1978), el autor de las famosas obras Tocata para piano, Vals de la Suite Masquerade y Danza de sables del ballet Gayané desempeñó un gran papel en la difusión de la música armenia por el mundo.
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